Ya hace un año aproximadamente, presenté inconvenientes de salud de índole gástrico que culminaron con la ida a la emergencia de una conocida clínica de Caracas. Una vez allí se me hicieron varios estudios que culminaron con mi internación y operación en la que se me extrajo por laparoscopia la vesícula biliar, la cual se encontraba sumamente inflamada y presentaba dos cálculos de considerables dimensiones. Ya una vez operada pensé que sería el fin de mis molestias, y confiada proseguí con mi viaje planificado con anticipación. Los malestares siguieron agudizándose cada día más. Nuevamente en Caracas, acudí al gastronterologo Dr. Pablo Lecuna Aguerrevere, quien de inmediato notó que algo en el cólon no andaba bien, tenía acidez, dolor abdominal, sabor metálico en la boca, cansancio extremo y muy baja la hemoglobina, lo que condujo a mi inmediata hospitalización.
Se me hicieron todo los estudios pertinentes y el equipo de médicos determinó que era necesaria una cirugía, para la cual fue afortunadamente encargado el Dr. Rafael Ángel Delgado Morales, quien me indicó que se tenía que extraer una sección del colon por presentar un tumor que fue remitido a biopsia para su estudio. Recibidos los resultados el doctor me informó que el tumor era maligno, por lo cual después de mi recuperación de la cirugía fui remitida al oncólogo clínico Dr. Juan Celis, donde se me aplicaron seis secciones de quimioterapia bajo el esquema Xelox, como efectos secundarios de la quimio se me ponían los brazos morados, nauseas, manchas en la piel y hasta se me cayó una uña del pulgar izquierdo de mi mano, pero aun así saqué fuerzas y seguí adelante.
Después de cumplir estos 6 ciclos de tratamiento hoy me siento bien han desaparecido mis dolencias, los médicos me informaron que superé satisfactoriamente esta etapa, y que ahora debo de hacerme los controles rigurosamente y llevar una vida sana, sin bajar la guardia. Considero que este trance ha sido superado positivamente principalmente gracias a Dios, y gracias a las habilidades profesionales de todos los médicos con los que tuve la fortuna de ser tratada y apoyada con afecto y destreza, por lo cual hoy más que nunca tengo fe y afirmo que si se puede con voluntad, confianza en tus médicos, con apoyo de la familia, amigos y sobretodo con muchas ganas de salir adelante en esta situación.
Con cariño y agradecimiento!
Blanca Margarita Lauriño R.