Por: Rafael Delgado
Aunque la incidencia es baja (menos del 1% de los tumores de mama) constituye una condición con comportamiento biológico incierto que nos reta día a día en el ejército oncológico. Son lesiones fibroepiteliales que se clasifican en benignos, borderline o malignos según los criterios de la OMS.
Se manifiesta como nódulos palpables de mama similares por ultrasonido o mamografía a los fibroadenoma (tumor Benigno de mama), pero con un comportamiento localmente agresivo, en ocasiones las lesiones pueden llegar a medir hasta 30cm con ulceraciones de piel y sangrado.
Como cualquier nódulo de mama, el diagnóstico se realiza por biopsia de aguja gruesa, siendo un verdadero reto para nuestros patólogos muchas veces diagnosticarlos antes de le resección completa de la lesión.
El tratamiento consiste en una resección completa con márgenes óptimos mayores de 1 cm y como el compromiso ganglionar es infrecuente, el ganglio centinela no está indicado.
El pronosticó de estas lesiones es excelente siempre y cuando se establezcan planes terapéuticos organizados.